GRAUS. SILOS DE CASTARLENAS

Silos de Castarlenas

Al sudeste de la iglesia, a un nivel inferior, en una antigua calle actualmente llena de escombros de las casas en ruinas, lo que hace peligroso el acceso. Sus coordenadas son 31T 0285391 y 4669878.

Son una serie de depósitos circulares excavados en la roca. Algunos están en el interior de pequeñas construcciones –muchos tapados por las vigas y piedras de los derrumbes, pero quedan dos a la vista, uno de los cuales aún conserva anclajes metálicos posiblemente de la tapa de madera- y otros en el exterior –tres visibles y más que se intuyen entre la maleza-.

En una casa situada frente a la iglesia hay un silo similar cerca de la entrada.

Probablemente, en los últimos tiempos, se destinaban a guardar aceite, cuya producción era muy abundante en la zona, pero pudieron tener otros usos a lo largo de los siglos.

Bibliografía:

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 69 y 541-542.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 121-123.

GRAUS. ERMITA DE SAMPERI (SAN PEDRO)

Ermita de Samperi

Se va por la pista que conduce a Torruella hasta que se llega a una gran balsa, que queda a la izquierda de la pista. Desde allí surge otra pista que conduce hasta la ermita, pero algún tramo (intencionadamente) en mal estado hace más aconsejable ir a pie en unos veinte minutos. La ermita se ve junto a una gran carrasca al otro lado de un campo. La zona es conocida como la Faixa Ramón. Coordenadas UTM: 0286668 y 4685969.

La ermita está construida directamente sobre la roca. La encabeza un ábside semicircular orientado al este. Este ábside muestra una ventana en el centro y otra hacia el sur, ambas muy rústicas.

Se cubrela ermita con una encaballada de madera. Sobre la ventana central hay una hornacina, que debió acoger la imagen del santo titular. De altar no se ve rastro.

Se accede al interior por una rústica puerta en el muro norte, junto a los pies. Junto a la puerta hay un gran nicho cuadrangular.

Para acceder al ábside hay que cruzar una estrecha portada con las dovelas de tosca. Este cerramiento es tardío, tal vez para aprovechar el ábside como cabaña. Un arco de dovelas rodea la portada actual y debió ser el primitivo arco de acceso al ábside.

Al norte, junto a la cabecera, hay una absidiola, sin iluminación y con la cubierta de madera.

El aparejo completamente irregular, algo mejor en el interior del ábside principal. Las cubiertas siempre deben haber sido de madera pues no hay el más mínimo rastro de bóvedas. Se conservan la mayoría de las losas que cubren nave y ábsides exteriormente, excepto en la zona sur de la nave donde se han hundido las vigas.

Es difícil aventurar una datación para tan singular edificio con dos ábsides. Nos hemos de remontar a la época reconquista y poblamiento de este territorio, período que nos puede llevar desde el siglo X al XII.

En 1984 la ermita se conservaba entera y era bien visible sobre la pequeña elevación que ocupa. Hoy en día está muy enmascarada por la vegetación.

El santo titular debió ser San Pedro, el Apóstol dada la antigüedad que cabe suponer en la ermita. Había una talla en madera del santo, que es posible se conserve.

Por los alrededores hay construcciones en ruinas, que permiten especular si no pudo ser la capilla de algún conjunto de casas.

Bibliografía:

ALVIRA BANZO, Julio: “Torruella de Aragón o cómo evaporarse en medio de la naturaleza” en Diario del AltoAragón, 20 de agosto de 2017, p. 4-5.

CASTÁN, Adolfo: «Románico trebolado inédito en Torruella de Aragón (Graus)» en Diario del AltoAragón, 10 de agosto de 2015, p. 56-57.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 324-329.

GRAUS. SAN VICENTE DE AGUINALIU

San Vicente de Aguinaliu

Hay que ir por la carretera de Aguinaliu y cuando el barranco de San Vicén, generalmente seco, a la izquierda, desemboca en el de Salau, paralelo a la carretera, hay que descender a vadear este último y ascender por el otro, transformado en pista, durante unos setecientos metros. A continuación, hay que encaramarse hacia la izquierda entre bosques y antiguas fajas de cultivo hasta hallar los restos de la ermita. Desde la pista menos de cinco minutos. Coordenadas UTM: 31 Y 0281321 y 4665018.

Se conservan unas hiladas del muro de la cabecera, orientada al nordeste, que coincide con el límite de una faja de cultivo. En dicho muro hay una hornacina en tosca.

De los muros laterales queda bien poca cosa y del de los pies unas hiladas. Al norte se ven restos de una construcción adosada a la ermita.

Sorprende el lugar dónde está, entre las fajas de cultivo.

Citada en 1092, hay que pensar que la orientación y el aparejo confirman esa fecha, pero las modificaciones a lo largo del tiempo y su ubicación engendran dudas.

Bibliografía:

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 279-280.

SALAMERO REYMUNDO, Francisco: El valle del Sarrón, un bello territorio ribagorzano, La Val de Onsera, Huesca, 1997, p. 98-101.

GRAUS. NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN DE BENAVENTE

Nuestra Señora de la Asunción de Benavente

A Benavente se llega por carretera que parte de Ventas de Santa Lucía en dos kilómetros y medio. La iglesia está en la parte más alta del pueblo. Coordenadas UTM: 31T 284120 y 4678141.

Iglesia de estructura básicamente gótica, de origen anterior y con añadidos posteriores, orientada al este.

Es de una nave con dos capillas laterales por banda.

La nave es de bóveda de cañón apuntada sostenida por tres arcos fajones. Los arcos parten de capiteles lisos adosados directamente al muro; ha desaparecido en el arco central el capitel septentrional.

Las dos capillas más cercanas a la cabecera son similares, tienen bóveda de crucería de gruesos nervios que acaban en una clave circular y entrada en arco ojival. Los nervios arrancan de pequeños capiteles iguales a los que sostienen los arcos, algunos de ellos desaparecidos. La capilla meridional tiene al este un óculo cegado.

La septentrional alberga la pila bautismal, de pie acanalado y superficie decorada con sencillas hendiduras.

Las dos capillas situadas más a poniente tienen bóveda de cañón y arco de entrada de medio punto. La septentrional tiene el arco de entrada formado por pequeñas dovelas en posición vertical.

Recientemente se ha dejado la piedra al descubierto de los arcos fajones y de las capillas, a la vez que se ha decorado el presbiterio con un mosaico representando a Jesús.

La bóveda que cubre el presbiterio es también de crucería y arranca de cuatro capiteles. Tiene una clave esculpida y pintada recientemente en la que se aprecia a Santa Ana, la Virgen y el Niño. Los otros arcos, así como las dos capillas meridionales y parte de los muros están enyesados y se aprecian en ellos restos de pintura.

El presbiterio termina en una cabecera plana, con piedras en que, antes de la realización del mosaico, se apreciaba que eran de colocación mucho más reciente que las de un arco de piedra tosca que lo envolvía. Se ilumina mediante una ventana de medio punto monolítica con derrame al interior, de tradición románica. El arco de piedra tosca puede hacer pensar en que la iglesia se prolongase al este con un ábside, pero la estructura del lugar lo hace difícil, ya que por detrás el terreno está a un nivel mucho más bajo.

Hay una sacristía añadida al norte, que se ilumina por una ventana cuadrada al este.

Encima de la puerta está el coro, al que se accede por unas escaleras que parten de una puerta a la izquierda de la entrada y que se dirigen también al campanario adosado al muro sur. Se ilumina con una ventana cuadrada muy rústica a poniente. El coro y las escaleras son posteriores a la fábrica de la iglesia, prueba es que tapan unas pinturas al fresco en el muro sur, de muy buena factura, que representan a la Virgen y a un personaje con hábito oscuro y tonsura que le ofrece algo, tal vez una corona de laurel. La estructura que envuelve las pinturas parece marcar que en este espacio había un arco, o sea que las escaleras debieron sustituir alguna capilla anterior.

La portada, a poniente, está formada por largas dovelas, que descansan directamente sobre las jambas y el muro, sin imposta. En la última reforma se eliminó un rebaje hecho con ladrillos para alojar la puerta de madera que había y se ha sustituido ésta.

El campanario de torre se levanta al sudoeste. Su cuerpo superior, entre cornisas biseladas, se abre con cuatro ventanas de medio punto doveladas, la del norte tapiada y la del oeste conservando todavía la campana. Encima termina con un pináculo piramidal con cuatro gárgolas rústicas en los ángulos. Una pequeña ventana rectangular da luz a la escalera de acceso al sur.

El aparejo es irregular, excepto en la parte inferior de la fachada y en los sillares de ángulo del campanario. Las diferencias del mismo denotan como la iglesia tiene partes de muy diversas épocas.

El cementerio rodea el muro meridional y los nichos no permiten contemplar las paredes exteriores de las capillas. En este muro hay abiertas unas pequeñas ventanas rectangulares sobre las capillas que deben dar a alguna dependencia no accesible actualmente.

En la reforma se han eliminado también unos sobreañadidos en el muro norte, que comunicaban con la antigua casa parroquial, derruida hace unos años pues amenazaba ruina. Sigue en el muro norte una puerta de arco de medio punto de finalidad desconocida.

La iglesia originalmente estaba dedicada a Santo Tomás. Se considera en el pueblo también copatrono a San Roque, que tiene dedicada la capilla gótica meridional, la septentrional está dedicada a San Martín. La imagen que preside la iglesia es una Inmaculada, de yeso, que según la tradición procede de una ermita que se arruinó.

En 1936 fue incendiado el contenido de la iglesia, cuyo retablo mayor gótico era una obra espléndida, y asesinado el párroco.

Aunque algún autor señale partes románicas del siglo XII en esta iglesia, esto es de muy difícil comprobación, pues la bóveda y las capillas de bóveda de cañón podrían ser del XIII pero también de época moderna. La estructura que se aprecia hace pensar en finales del siglo XV, principios del XVI, con reformas de los siglos XVII y XVIII y añadidos del siglo XX.

De Benavente procede un cuenco árabe del siglo XIV depositado en el Museo Diocesano de Lérida.

Bibliografía:

ARAMENDÍA, José Luís: El Románico en Aragón, vol. II, Cuencas del Ésera y Cinca, Librería General S.A., 2001, p. 190-191.

Enciclopedia del Románico en Aragón. Vol. III, Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, 2017, p. 1460.

IGLESIAS COSTA, Manuel: Arte Religioso del Alto Aragón Oriental, Arquitectura Románica, tomo I, Prames, Zaragoza, 2003, p. 194-195.

IGLESIAS COSTA, Manuel: Arte Religioso del Alto Aragón Oriental, Arquitectura Sacra, desde el período gótico (siglo XIII) hasta la actualidad, vol. 2/1, Diputación General de Aragón, Zaragoza, 1998, p. 337-339.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 187-196.

GRAUS. PUENTE DE ROCINÉS EN TORRES DEL OBISPO

Puente de Rocinés

Desde la Tosquilla un antiguo camino, muy deteriorado, desciende en corta y fuerte pendiente hasta el barranco Rocinés, que es atravesado por el puente. Las coordenadas UTM de este son 31 T 0284251 y 4667659.

Es de un solo arco dovelado, de notable altura para el escaso caudal actual del barranco. Está construido en tosca, incluso el pretil formado con grandes sillares. Este material hace que aparezcan partes muy deterioradas, con una gran grieta por debajo del arco.

Ha sido limpiado de la hiedra que lo cubría, pero que también actuaba como armazón compactante.

La calzada está formada por cantos rodados completamente irregulares.

Es imposible fechar esta obra, pero indudablemente su origen es antiguo. No tanto como le adjudica la tradición popular que lo califica de romano, pero sí se le debe considerar medieval.

Formaba parte del antiguo camino de Graus a Benabarre. Hace años que no se utiliza y está en estado de completo abandono. La gente de La Tosquilla no recuerda ya su uso como camino, pero sí como lugar de lavado de la ropa en el “Toll”, pequeño remanso que formaba el río junto al puente.

Bibliografía:

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 153-156.

SALAMERO RAYMUNDO, Francisco: «Puente romano de La Tosquilla. Urgencia de su reparación» en El Gallet, nº 36, Torres del Obispo, 2005, p. 2-3.

GRAUS. CASTILLO DE JUSEU

Castillo de Juseu

En realidad, la gente del pueblo sigue llamando “El Castell” a un montículo rocoso, situado al sudeste de la iglesia, subiendo hacia la parte más alta. Coordenadas UTM 31 T 0283227 y 4663360.

En esas rocas hay un corte realizado a pico (que la familia de la casa vecina en 2001 me contó que fue realizado en “tiempo de los moros”) con finalidades defensivas y podía pasarse con algún tipo de puente levadizo. Este corte debe corresponder a un foso citado por Madoz. Encima del montículo, accesible por algunos cortes en la roca, quedan restos de muros con sillares bien escuadrados.

Al finalizar el montículo queda algún fragmento de muros.

Y más allá una cisterna de indudable origen medieval que aún recoge agua. Los habitantes de Jusseu la denominan “La Cisterna” y recuerdan que servía para regar un huerto perteneciente a “La Abadía”, antigua residencia del párroco, totalmente desaparecida.

Asimismo, la tradición oral sitúa más al este, en el punto más alto, la antigua iglesia de San Julián, de la que no se aprecian restos. De ser así la iglesia ocuparía un lugar más elevado que el castillo, y debió formar parte de lo que fue un importante conjunto defensivo, situado sobre un profundo precipicio que lo haría inaccesible al sur y al este.

Emplazamiento desde el sudeste

Madoz en el siglo XIX describe las ruinas fuera del pueblo y habla de un foso.

El castillo está documentado en 1067, limitando con los castillos de Pilzán, Gavasa y Calasanz. Durante los siglos XII y XIII perteneció a los Lierp de Capella, parientes de los Erill. El 1292 -ya dominio real- Jaime II lo integró en la baronía de Felipe de Saluzzo, de quien pasó a los barones de Castro-Peralta. En el siglo XIV formó parte del condado de Ribagorza. Más tarde se adscribió a la Señoría de los Cuatro Castillos, que en el siglo XV pertenecía a los Castro-Pinós. Pasó a los Cervera y finalmente a los duques de Medinaceli. La iglesia aparece citada en 1279.

Bibliografía:

CASTÁN, Adolfo: Torres y Castillos del alto Aragón, Huesca, 2004, p. 283.284.

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 69.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 144-149.

GRAUS. SAN MIGUEL DE PALAU EN GÜEL

San Miguel de Palau

Al sur de casa Badía, en lo más alto del cerro conocido como Trullás, nombre de una antigua casa. Coordenadas UTM: 31 T 0291895 y 4681725.

Conserva unas pocas hiladas de las bases de sus muros perimetrales encabezados por un ábside semicircular al este.

Se reconoce el hueco de la puerta en el muro sur, hacia los pies.

El aparejo es irregular y parece que intentaba formar hiladas.

La antigüedad del lugar, documentado en época altomedieval, el ábside semicircular orientado litúrgicamente y el aparejo permiten considerarla de origen románico. Debió ser la capilla de la casa, posiblemente fortificada, que hubo en el cerro.

Las fotos son de Cristian Laglera.

Bibliografía:

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 91-92.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 279-280.

GRAUS. SANTA BÁRBARA DE CASA SERRA EN GÜEL

Santa Bárbara de casa Serra

Al sur de Güel, cerca del GR 18.1. A los 1,9 Km desde El Soler, yendo a Güel, sale una buena pista a la derecha que conduce en 800 metros a Casa Serra. Unos 100 metros al este de la casa está la capilla. Sus coordenadas UTM son: 31 T 0291898 y 4677345. Pequeña capilla de una nave cubierta con bóveda de cañón y un ábside semicircular con bóveda de cuarto de esfera, orientado al este.

La portada está situada a poniente y está formada por dovelas con la arista biselada. La puerta se ha cambiado recientemente por una con ventana acristalada que permite ver el interior.

Sobre la portada se alza un campanario de espadaña de un solo ojo, coronado por una sencilla cruz de hierro.

El suelo interior es de cemento, estando el presbiterio un peldaño elevado sobre la nave. El arco de medio punto que delimita el ábside está formado con dovelas pulimentadas.

Incrustada en el muro sur está la pila de agua bendita.

La única iluminación de la nave es una ventana en el muro sur de doble derrame con grandes losas interior y exteriormente.

El aparejo es de mampostería con algunos sillares trabajados en los ángulos. La cubierta es de tejas, que sustituyeron a las losas en la última reforma, a al par que se eliminaron filtraciones.

Hay dos contrafuertes en talud en cada muro lateral.

El ábside actual sustituyó uno anterior cuya planta es perfectamente reconocible en el suelo.

El aspecto actual de esta iglesia induce a fecharla en el siglo XVII, pero es fruto de una reforma sobre otra anterior de la cual aún se reconoce donde estaba la puerta en el muro sur.

Los restos del ábside primitivo y el hecho de que casa La Serra esté documentada de antiguo también hacen pensar en una primera construcción de época altomedieval, con ábside semicircular y cubierta de madera.

La advocación actual es Santa Bárbara, pero nadie sabe está seguro de cual fue la primitiva, pues todas las imágenes fueron quemadas en 1936 y no queda nadie que conserve el recuerdo. Sin embargo, parece que la advocación primitiva fue San Bartolomé. Otro argumento en favor de su antigüedad.

Bibliografía:

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 288-291.

SAN ANDRÉS (ANDREU) DE AGUILAR. GRAUS

San Andrés de Aguilar

El mejor acceso es una antigua y no muy buena pista que procede de la aldea de Los Camps y, cuando esta finaliza, continuar a pie en dirección sudoeste unos cuatrocientos metros. El tozal en que están las ruinas es conocido como tozal de Casero. Coordenadas UTM: 31 T  0285054 y 4689586.

Se reconoce la planta de lo que fue una pequeña ermita rectangular encabezada por un ábside semicircular litúrgicamente orientado.

Hacia la cabecera.

Del ábside apenas se distingue su arranque junto a los muros laterales.

Arranque del ábside junto al muro norte.

La puerta se hallaba en el muro sur, notándose perfectamente el hueco de donde estaba.

Hacia los pies.

El muro norte es el que conserva un mayor fragmento.

Muro norte

El aparejo es de sillarejo apenas desbastados formando hiladas.

Al sur se ven Aguilar y San Saturnino.

Curiosamente los habitantes de Aguilar siguieron denominándola cuando ya hacía años de su ruina San Andreu, la denominación tradicional, lo que contrasta con la castellanización de la cercana San Saturnino.

Las fotografías son de Cristian Laglera.

Bibliografía:

LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, 2019, p. 38.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico. Editorial Pirineo, 2020, p. 336-339.

GRAUS. SAN CRISTÓBAL DE ERDAO

San Cristóbal de Érdao

De la carretera de Puebla de Fantova a Centenera sale, recorrido poco más de un kilómetro, una pista a la derecha que conduce a Érdao. No hay que dejar la pista principal hasta que, habiendo dejado ya arriba el pueblo, hay que tomar un desvío a la izquierda que conduce a sus pies. Subir hacia la iglesia es muy difícil por los derribos y la maleza. Coordenadas UTM: 0288264 y 4684965.

Es de una sola nave, cubierta con bóveda de cañón.

El ábside, cubierto con bóveda de cuarto de esfera, se abre directamente a la nave. Tiene una ventana monolítica de doble derrame, actualmente cegada.

Exteriormente está decorado con arcuaciones –con las dovelas muy bien talladas- y lesenas rinconeras. Aún eran visibles en 2003, hoy la hiedra cubre el ábside por completo. En parte fue sobreelevado con ladrillos para poderlo cubrir con tejas.

Posteriormente se añadió una capilla lateral por lado y una sacristía al norte del ábside.

Sobre la capilla norte se levanta el campanario de torre con ventanas de medio punto en su parte más alta.

La puerta de grandes dovelas, de estilo renacentista, se abre en el muro sur.

La nave fue alargada desde la puerta hacia poniente. Un contrafuerte refuerza este tramo.

Sobre la entrada se levanta un coro de madera.

Todo el interior está revocado.

El aparejo primitivo es de sillares bien cortados sin pulir formando hiladas regulares, bien ligadas con mortero. Las partes añadidas son de mampostería y de ladrillo. La cubierta conserva las losas en el campanario.

Actualmente se halla prácticamente en ruinas y el acceso al interior resulta bastante complicado.

Erdao aparece documentado en 961.

Los habitantes de los pueblos de los alrededores dan a Érdao el nombre de Yardo.

Las fotografías son de Cristian Laglera, excepto la del pueblo en conjunto y la de 2003, que son mías.

Bibliografía:

ARAMENDÍA, José Luís: El Románico en Aragón, vol. II, Cuencas del Ésera y Cinca, Librería General S.A., 2001, p. 69 y 172-175.

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 537-538.

Enciclopedia del Románico en Aragón. Vol. III, Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, 2017, p. 1103-1104.

ENRÍQUEZ DE SALAMANCA, Cayetano. Rutas del románico en la provincia de Huesca, Madrid, 1987, p. 112.

IGLESIAS COSTA, Manuel: Arte Religioso del Alto Aragón Oriental, Arquitectura Románica, tomo II, Prames, Zaragoza, 2003, p. 162-167.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, 2020, p. 297-302.

GRAUS. SAN JAIME DE GÜEL

San Jaime de Güel

Subiendo por la pista a la Virgen de las Rocas, en la curva más cerrada que hay, que gira fuertemente a la izquierda, hay que dejarla y a menos de cien metros en dirección sudeste hacia abajo están las ruinas de la ermita. Coordenadas UTM: 31 T 0292911 y 4683375.

Aquí el bosque es mucho menos espeso y encima mismo están la Virgen de las Rocas y el Morrón de Güel.

El Morrón y la Virgen de las Rocas desde San Chaume

Se reconoce más o menos la planta, de una nave con ábside semicircular litúrgicamente orientado.

Restos ábside por el interior

La cabecera desde el interior

Los más notable, aunque están bajo un enebro y medio escondidos por la maleza,  son unos cuantos sillares formando tres hiladas que eran parte del muro norte.

Restos muro norte 1

Fragmento del muro norte hacia los pies

Cerca de ese fragmento de muro, en la zona en que hay menos vegetación se extienden las ruinas.

Ruinas 3 Ruinas 6

Hay otros sillares esparcidos por toda la zona, muchos completamente irregulares y otros escuadrados burdamente.

Sillar 1

Sillar 3

Resulta imposible con esos escasos restos fechar con exactitud una construcción tan rústica, aunque al aparecer en documentos antiguos un templo con esa advocación en ese lugar que está despoblado desde hace muchos siglos hace muy probable su origen en época altomedieval. Debía tratarse de la capilla de alguna de las muchas casas diseminadas que se extienden por todo el término de Güel.

Bibliografía:

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 92.

GAVÍN I BARCELÓ, Josep Mª.: Inventari d’esglésies, vol 2, Baixa Ribagorça, Alta, Vall d’Aràn, Arxiu Gavín, 1978, p. 121.

LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, p. 252.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, 2020, p. 280-282.

GRAUS. ERMITA DE MONTE MURO

Ermita de Monte Muro

desde-el-oeste-1Ribagorza es una comarca que continuamente depara sorpresas. Su abrupta geografía, la escasa población y el riquísimo pasado histórico hacen que en cualquier rincón se hayan conservado restos que nos remontan a otras épocas.

Este es el caso de los restos que hoy nos ocupan. A muy escasa distancia de Graus, en la partida de Monte Muro, perteneciente al antiguo término municipal de la Puebla de Fantova y muy cercana al de Perarrúa, se  encuentra esta ermita o capilla conocida por muy pocos.

desde-el-sudeste-2Se trata de una pequeña construcción litúrgicamente orientada con cabecera plana, que ha perdido la bóveda, pero conserva un encantador arco de acceso al presbiterio.

arco-de-separacion-del-presbiterio-y-la-nave-1La puerta está al sur, hacia los pies. Es estrecha y se cubría con un dintel semicircular que permanece roto en el suelo.

puerta-1fragmentos-del-dintelEl único otro vano es una aspillera con derrame al interior en el centro del ábside.

interior-cabeceraLa zona del ábside queda separada del resto de la nave por el arco anteriormente citado. Es un arco de medio punto de excelente factura soportado por dos pilastras finalizadas en estrechos capiteles trabajados.

interior-arco-y-cabecera-desde-el-oeste-1Los sillares del arco son de tosca y así fueron los de la bóveda, trasladados en la segunda mitad del siglo pasado.

interior-arco-capitel-norteEl resto del aparejo es básicamente de mampostería. Las piedras en el  muro norte y en el arco están ligadas sin ningún tipo de mortero. Algunos restos de éste se ven en otros lugares, pero deben ser fruto de alguna tardía restauración.

Al sur, cerca de la cabecera, destaca lo que parece la cubierta de un gran sarcófago.

probable-tapa-de-sarcofago-2Unos metros al oeste hay un grueso muro sobre el barranco que no es en modo alguno una pared para sostener antiguas fajas de cultivo, que abundan en la zona.

muro-al-oeste-de-la-iglesia-posibles-restos-de-fortificacionEl nombre del lugar, el posible sarcófago y los muros mencionados hacen pensar que se trate de la capilla de alguna fortificación más o menos relevante.

Tradicionalmente, sobre todo a partir de las obras de Fernando Galtier, se ha considerado que las palabras “palazzo” y “Parietes Altas” de los documentos de principios del siglo XI que hacen referencia a la civitas de Fantova corresponden al propio castillo de Fantova. Guillermo Tomás Faci ya no lo ve así y cree que tanto el “palazzo” como “Parietes Altas” serían lugares distintos y alejados del castillo.

El término “civitas” indicaría una extensión de territorio mucho más amplia que el castillo.

Textualmente cito la transcripción de Serrano y Sanz: “… in kastro Fontetoua, in loco ubi dicitur a Palaço, illa una terra ad Sancti Cucufati …”. Creo que queda claro que el “palaço” está en otro lugar al igual que Sancti Cucufati (que Galtier sitúa al sudoeste del castillo) o la guardia de Bayona o San Clemente (también citadas y que perduran aún hoy como masía habitada y como ermita respectivamente).

Como este lugar es denominado Monte Muro, situado al sudoeste de Fantova, y bases de muros que pudieron ser altos hay, cabe su identificación con las “Parietes Altas” (que el propio Galtier aclara que significa Altos Muros) y que Sacti Cucufati fuese el nombre de la capilla.

 En documentos posteriores aparece un San Martín de Parietes Altas, lo que sería otra posibilidad.

Dada la dificultad en poder fechar con exactitud esos restos, si pudiesen identificarse con el topónimo de Parietes Altas nos encontraríamos indudablemente en un edificio cuyo origen estaría en época altomedieval.

Bibliografía.

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 529-532.

ESTEBAN LORENTE, Juan Francisco, GALTIER MARTÍ, Fernando y GARCÍA GUATAS, Manuel: El nacimiento del arte románico en Aragón. Arquitectura, Zaragoza, 1982, p. 258-260.

GALTIER MARTÍ, Fernando: Ribagorza, condado independiente,  Zaragoza, 1981, p. 168-178.

GALTIER MARTÍ, Fernando: “El castillo de Fantova en la vanguardia de la cristiandad y del arte del año mil”, en Lux Riparcutiae, Graus, 1997, p. 51-55.

LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, p. 283.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, 2020, p. 249-255.

MARTÍN DUQUE, A. J.: Colección diplomática de Obarra, CSIC, Zaragoza, 1965, doc. 12 (p. 16-17) y doc. 22 (p. 25-26).

SERRANO Y SANZ, M.: Noticias y documentos históricos del condado de Ribagorza hasta la muerte de Sancho Garcés III (año 1035), Madrid, 1912, p. 399-400.

TOMÁS FACI, Guillermo: La organización del territorio y las dinámicas sociales en Ribagorza durante la gran expansión medieval (1000-1300), tesis doctoral, Zaragoza, 2012, p. 21, p. 168.

TOMÁS FACI, Guillermo: Montañas, comunidades y cambio social en el Pirineo medieval. Ribagorza en los siglos X-XIV, Zaragoza, 2016, p. 57 y 95-96.

GRAUS. CASTILLO DE GÜEL

Castillo de Güel

Viniendo de la carretera del Isábena, doscientos metros pasado el núcleo donde se halla la actual iglesia parroquial de Güel nace una pista a la izquierda en dirección opuesta, que en cuatrocientos metros pasa junto al pilaret de Santa Valdesca y en trescientos metros más llega a unas plantaciones de carrascas truferas. El castillo ocupaba el montículo situado tras esas plantaciones. Hay que subir a la cima a pie como buenamente se pueda, más cómodamente por el sur o por el norte. Coordenadas UTM: 31 T 0293032 y 4680017.

castillo-y-pilaret-stavaldescaEn la fotografía, realizada hace unos años -aún no se habían plantado las carrascas-, se ve la pista de acceso, el pilaret y la ubicación del castillo.

Conforme vas ascendiendo ya se aprecian restos de muros diseminados, que no son de fajas de cultivo.

castillo-muro-a-ponientemuros-al-sudoesteLa cumbre es un llano alargado en dirección norte-sur. Quedan montones de piedras en la explanada, muy pocas trabajadas.

muros-al-sur-5Sólo identifiqué media rueda de molino.

rueda-molinoQuedan hiladas del amurallamiento al oeste, al sur y sobre todo al este. Parece que había un doble recinto defensivo, aunque algunos muros podrían ser de aterrazamientos para cultivos.

castillo-muro-a-mediodiacastillo-muro-a-levante1 castillo-muro-a-levante2Puede que el acceso se realizase por el noroeste, en un lugar en que los muros parecen formar un ángulo.

castillo-posible-accesoSe ven fragmentos de cerámica antiguos en la explanada superior y en los campos de los alrededores. La espesa vegetación que cubre todo el montículo impide ver más restos.

Que aquí hubiese un castillo o fortificación es muy probable dada la estructura del montículo, muy parecida a la de castillos como los de Viacamp o Fantova. La denominación tradicional de lugar, que se ha conservado,  la cercanía de una masía denominada Casa Castell y su estratégica situación sobre el valle del Isábena lo confirmarían.

Güel ya aparece mencionado en el siglo X y debió ser avanzadilla del mundo cristiano hacia el valle del Isábena. Aunque la documentación parece referirse a un castillo que debió estar situado en las cercanías de la Virgen de las Rocas, nada excluye que aquí hubiera otra fortificación.

Desde este lugar se domina todo el valle del Isábena hasta la sierra del castillo de Laguarres, la sierra de Sis y el Pirineo.

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Bibliografía:

ARAMENDÍA, José Luís: El Románico en Aragón, vol. I, Cuencas del Noguera Ribagorzana e Isábena, Librería General S.A., 2001, p. 261.

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 538-539.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, 2020, p. 274-277.

GRAUS. SAN MAMÉS DE CASTARLENAS

San Mamés de Castarlenas

Se llega a ella desde Torres del Obispo por una pista que parte en dirección norte, en poco más de dos kilómetros. sus coordenadas UTM son: 31T 0284248 y 4669427.

Es de cabecera actualmente plana orientada al este. La ermita conserva la parte más oriental de sus muros laterales y el arranque de la bóveda.San Mamés 2La puerta de acceso, de la que sólo queda el hueco, estaba a poniente. Los restos de las jambas, del muro frontal y el arranque de los muros laterales no corresponden a la parte más antigua, que es más estrecha.

San Mamés. Entrada desde el interior

La cabecera actual, realizada con adobes, sustituyó el ábside semicircular primitivo. En el lugar de dicho ábside se construyó un corral, destruido con posterioridad por un incendio.

San Mamés. Cabecera

En el exterior debió está la zona donde debió haber el ábside original.

San Mamés. Cabecera. Exterior

También allí son reconocibles aún las dovelas que le daban acceso.

San Mamés. Dovelas acceso al ábside desde el exterior.

Los muros interiores muestran restos de revocado con muchos grafitis en él, indudablemente de época en que el uso ya no era como ermita sino como almacén.

San Mamés. Grafitis muro norte 3

Arranque de la bóveda y grafitis

San Mamés. Aparejo muro sur

En el lado sur de la iglesia hay un edificio adosado de época posterior.

San Mamés y edificio adosado desde el sudoeste

La zona se sigue denominando San Mamés con lo que queda clara la dedicación. Es propiedad de Casa Vidal. La capilla perteneciente a Casa Vidal en la población estaba también dedicada a San Mamés. Al ser de época mucho más reciente debió tomar de ésta la denominación, probablemente cuando se debieron llevar al pueblo la imagen del santo.

San Mamés, mártir de origen capadocio del siglo III, fue muy venerado en los territorios hispanos bajo dominio musulmán. Muy cerca de aquí, en los vecinos Juseu y Aguinaliu, está documentada una comunidad mozárabe en el siglo X, lo que haría verosímil que esta advocación datase de épocas muy tempranas.

Esto unido a la orientación al este, a la desaparecida bóveda de cañón, al más que probable ábside semicircular y al sillarejo-aunque muy rústico- que forma el aparejo de los muros laterales más próximos a la cabecera, muy distinto de la vulgar mampostería del resto y de los bolos que forman el del edificio adosado, hacen pensar que estamos claramente ante una obra medieval, posiblemente románica, si bien no se puede confirmar. Que esta ermita sea el precedente de la de la capilla de la casa situada en el pueblo, que es una obra barroca, da más fuerza a su antigüedad.

Hace muchos años que debió desaparecer la bóveda y su uso como ermita pues tuvo incluso un piso construido encima. De todos modos, a mediados del siglo pasado aún venían del pueblo el día del santo y se guisaban judías.

Bibliografía:

LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, 2019, Huesca, p. 155.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 123-125.

SALAMERO, Francisco: El valle del Sarrón, un bello territorio ribagorzano, 1997, Huesca, p. 84-86.

GRAUS. CASTILLO DE GRAUS

Castillo de Graus

Sobre la basílica de la Virgen de la Peña, centrado en el punto más alto de la Peña del Morral donde se levantaba una torre. Las coordenadas UTM de dicha torre son 31 T 0279761 y 4674024.

Virgen de la Peña2

No se conserva casi nada de lo que debió ser importante castillo musulmán durante siglos.

La propia peña tiene un perfil que la convierte en un baluarte de difícil acceso siendo el precipicio su mejor defensa.

La Peña desde el este

En las inmediaciones de la basílica de la Virgen de la Peña quedan restos de muros, muchos de ellos integrados en el acceso a la propia basílica, que debieron pertenecer a las defensas más exteriores, a nivel mucho más bajo que el castillo propiamente dicho.

Muros detrás de la Virgen de la Peña

Muros al oeste de la basílica

Claustro bajo. Aparejo muro oeste 2

Acceso al claustro y a la basílica

Ya más arriba aparecen otros restos de construcciones en el lugar donde se asienta actualmente una veleta con el escudo de la villa. Allí había habido un torreón.

Muros cerca de la Veleta 1

Finalmente, ya en la proximidad del cerro, aparece una escalinata que debía conducir a la cima donde se levantaba la torre maestra, de la cual se conserva la base.

Escalera de acceso a la torre 2

Restos de la escalera

Restos torre 3

Base de la torre

Unos metros al norte de la torre quedan pequeños restos de muros y unos metros más allá, ya en el borde de la cortada, unas cuantas hiladas de lo que pudo ser la muralla exterior.

Muros al norte de la peña ya sobre la cortada

Este castillo fue asediado por Ramiro I, que murió en el intento según la mayoría de las fuentes. Conquistado por su hijo Sancho Ramírez en 1083, debió seguir teniendo un importante papel militar por lo menos hasta la reconquista definitiva de Monzón en 1142.

La bibliografía existente sobre este castillo es escasa y a veces con algún error importante.

Bibliografía:

ARAMENDÍA, José Luís: El Románico en Aragón, vol. II, Cuencas del Ésera y Cinca, Librería General S.A., 2001, p. 43-45.

CABAÑAS BOYANO, AURELIO. Aragón, una tierra de castillos, Edit. Prensa Diaria Aragonesa S.A. (El Periódico de Aragón. Grupo Z), Zaragoza, 1999, p. 53.

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 68.

Enciclopedia del Románico en Aragón. Vol. III, Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, 2017, p. 1149-1150.

GUITART APARICIO, CRISTÓBAL. Castillos de Aragón, Librería General, Zaragoza, 1976, p. 116 T-I.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 27-30.