ARÉN. FRONTAL DE ALTAR DE NUESTRA SEÑORA DE RIGATELL

ARÉN. NUESTRA SEÑORA DE RIGATELL DE BETESA. FRONTAL DE ALTAR

Este frontal procede de la ermita conocida como Rigatell, situada en las cercanías de Betesa, en un paraje aislado, que solo comparte con otra construcción cercana, la borda de casa Francino.

La ermita se conserva en aceptable estado, pero no le iría mal un repaso a algunos detalles para quitarle el aspecto de que parece estar sumida en el olvido.

El MNAC en Barcelona posee desde 1950 este frontal, que había estado anteriormente en colecciones particulares. Actualmente está cedido al Museo de Lleida.

Se adscribe al mundo del románico, pese a que algunos detalles como el tema (la Virgen de la Leche), los pliegues de las vestiduras, las expresiones de los rostros y, especialmente, la fecha de su ejecución, que suele situarse en la segunda mitad del siglo XIII, nos acerquen al gótico.

Se relaciona este frontal con el de Chía y con el de Cardet, ambos en el MNAC.

El tema central con la Virgen amamantando el Niño (Galactotrofusa) más conocido en el mundo bizantino no empieza a difundirse en Occidente hasta el siglo XIII. Esta imagen alcanzará gran difusión hasta el concilio de Trento que la consideraba indecorosa.

Unas sencillas columnas con capiteles sostienen un arco trilobulado enmarcando la imagen.

En el nimbo de la Virgen podemos leer Santa María, en el del Niño tal vez se ha perdido la inscripción. La relación Madre-Hijo está muy alejada del hieratismo románico de la Virgen-Trono, la mano izquierda de la Virgen acoge al niño, completamente desplazado a la rodilla izquierda, que bendice con el pulgar, índice y corazón extendidos mientras los otros dos dedos están completamente plegados.

En el ángulo superior izquierdo vemos la escena de la Anunciación. en el nimbo del arcángel aparece su nombre, Gabriel, y en el de la Virgen.

A la derecha en la parte superior está el Nacimiento. El Niño (casi desaparecido), separado de su Madre, recibe el calor del buey y la mula. La Virgen está acostada en un jergón en el pliegue del cual lleva escrito su nombre, María. San José, que tiene su nombre escrito en el gorro, muestra su habitual posición alejada de la escena. Arriba un ángel completa la escena.

En el ángulo inferior aparecen los tres Reyes Magos, bien identificados con sus nombres, simbolizando las tres edades del hombre. Aún estamos lejos de la aparición del Rey Negro. el rostro de Melchor casi ha desaparecido.

Finalmente la anunciación a los Pastores, de la que únicamente se reconocen las figuras de dos pastores y el ángel habiendo desaparecido todo cuanto debía hacer de fondo.

La pintura es al temple sobre una tabla cubierta con estuco. Los colores azul y rojo son los únicos. Quedan restos de la corladura que cubría el fondo para dar la sensación de dorado.

Viendo el estado y tamaño del altar que se conserva cuesta imaginarlo decorado con el frontal.

Bibliografía:

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, pp. 313-314.

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