GRAUS. SAN MAMÉS DE CASTARLENAS

San Mamés de Castarlenas

Se llega a ella desde Torres del Obispo por una pista que parte en dirección norte, en poco más de dos kilómetros. sus coordenadas UTM son: 31T 0284248 y 4669427.

Es de cabecera actualmente plana orientada al este. La ermita conserva la parte más oriental de sus muros laterales y el arranque de la bóveda.San Mamés 2La puerta de acceso, de la que sólo queda el hueco, estaba a poniente. Los restos de las jambas, del muro frontal y el arranque de los muros laterales no corresponden a la parte más antigua, que es más estrecha.

San Mamés. Entrada desde el interior

La cabecera actual, realizada con adobes, sustituyó el ábside semicircular primitivo. En el lugar de dicho ábside se construyó un corral, destruido con posterioridad por un incendio.

San Mamés. Cabecera

En el exterior debió está la zona donde debió haber el ábside original.

San Mamés. Cabecera. Exterior

También allí son reconocibles aún las dovelas que le daban acceso.

San Mamés. Dovelas acceso al ábside desde el exterior.

Los muros interiores muestran restos de revocado con muchos grafitis en él, indudablemente de época en que el uso ya no era como ermita sino como almacén.

San Mamés. Grafitis muro norte 3

Arranque de la bóveda y grafitis

San Mamés. Aparejo muro sur

En el lado sur de la iglesia hay un edificio adosado de época posterior.

San Mamés y edificio adosado desde el sudoeste

La zona se sigue denominando San Mamés con lo que queda clara la dedicación. Es propiedad de Casa Vidal. La capilla perteneciente a Casa Vidal en la población estaba también dedicada a San Mamés. Al ser de época mucho más reciente debió tomar de ésta la denominación, probablemente cuando se debieron llevar al pueblo la imagen del santo.

San Mamés, mártir de origen capadocio del siglo III, fue muy venerado en los territorios hispanos bajo dominio musulmán. Muy cerca de aquí, en los vecinos Juseu y Aguinaliu, está documentada una comunidad mozárabe en el siglo X, lo que haría verosímil que esta advocación datase de épocas muy tempranas.

Esto unido a la orientación al este, a la desaparecida bóveda de cañón, al más que probable ábside semicircular y al sillarejo-aunque muy rústico- que forma el aparejo de los muros laterales más próximos a la cabecera, muy distinto de la vulgar mampostería del resto y de los bolos que forman el del edificio adosado, hacen pensar que estamos claramente ante una obra medieval, posiblemente románica, si bien no se puede confirmar. Que esta ermita sea el precedente de la de la capilla de la casa situada en el pueblo, que es una obra barroca, da más fuerza a su antigüedad.

Hace muchos años que debió desaparecer la bóveda y su uso como ermita pues tuvo incluso un piso construido encima. De todos modos, a mediados del siglo pasado aún venían del pueblo el día del santo y se guisaban judías.

Bibliografía:

LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, 2019, Huesca, p. 155.

MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 123-125.

SALAMERO, Francisco: El valle del Sarrón, un bello territorio ribagorzano, 1997, Huesca, p. 84-86.

SESUÉ. SAN PEDRO

San Pedro de Sesué

A la salida de Sesué hay que coger la pista señalizada “San Saturnino”. A los cuatrocientos metros desviar por otra pista que sale a la derecha en ascenso y, recorridos trescientos metros más, dejar el coche y seguir por una pista poco usada a la izquierda. A los pocos metros se desvía a la derecha una senda, señalizada y acondicionada hace poco, que conduce en dos minutos a la ermita, que ya se veía. Antes de limpiar esta senda había que subir desde la pista entre la maleza. Las coordenadas UTM son 31 T 0292632 y 4714995.

Ubicación de San Pedro

Únicamente queda la parte de levante de la nave y el ábside semicircular, muy deteriorado. El resto del muro norte se conserva hasta una altura de casi un metro, del resto del muro sur y del muro oeste puede aún seguirse su trazado en el suelo, entre la vegetación.

Los fragmentos de muros laterales que quedan permiten ver aún la arrancada de la bóveda, que debió ser de cañón. Un muro de época incierta, levantado a continuación de las pilastras que debían sostener un arco fajón, cierra, excepto en la parte central, la parte conservada de la ermita, posiblemente para utilizarla como cabaña.

El ábside, precedido de un arco triunfal con dovelas de piedra tosca, está cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Tiene en el centro una pequeña ventana de medio punto, tapiada exteriormente. Hace unos años conservaba tres lesenas y alguna de las ménsulas, de piedra tosca, que sostenían las arcuaciones. Actualmente la maleza y el deterioro de los muros sólo permiten entrever algunos sillares de una lesena.

Ábside

Ábside. Interior

En el muro sur se conserva una ventana de doble derrame, muy deteriorada. En este mismo muro sur, junto al ábside, hay un nicho. Por debajo de éste se ven trazas de que pudo haber un banco de piedra adosado al muro. En el muro sur hay dos contrafuertes.

Ventana en el muro sur

En el interior, tirada por el suelo, había hace unos años una losa con un agujero de desagüe, que podría ser un ara de altar rota, ya que no tenía forma rectangular.

El aparejo es muy rústico, de sillarejo apenas escodado, colocado en hiladas desiguales. En el muro norte hay alguna hilada de piedras colocadas en vertical. La parte superior de los muros es aún más irregular.

Muro norte

Un campo de trabajo de alumnos de La Salle de Zaragoza consolidó los restos hace unos años, pero la naturaleza volvió a devorarlos, hasta que recientemente se han vuelto a limpiar de zarzas los muros y se ha acondicionado el camino.

Unos metros al norte de la ermita hay un montón de piedras y losas procedentes de la misma que hacen pensar que los restos conservados eran bastante más importantes no muchos años atrás.

Aramendia la llama San Pedro de Eresué, lo que no es correcto pues está en el término municipal de Sesué.

Bibliografía:

ARAMENDÍA, José Luís: El Románico en Aragón, vol. II, Cuencas del Ésera y Cinca, Librería General S.A., 2001, p. 136-137.

BENEDICTO, Roberto: Guía de la arquitectura románica en el valle de Benasque, Ayuntamiento de Benasque, 1995, p. 133-136.

Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 287-288.

Enciclopedia del Románico en Aragón. Vol. III, Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, 2017, p. 1363-1364.

IGLESIAS COSTA, Manuel: Arte Religioso del Alto Aragón Oriental, Arquitectura Románica, tomo IV, Prames, Zaragoza, 2004, p. 119-121.

LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, p. 450.