San Vicente de Roda
La iglesia del conjunto catedralicio de Roda está situada en la parte alta de la población. Sus coordenadas UTM son 31 T 0296212 y 4685120.
Es de origen románico, con añadidos y modificaciones de toda época, sobre todo de los siglos XVII y XVIII.
Se trata de un edificio de planta basilical de tres naves y tres ábsides semicirculares. Las naves están sostenidas por tres arcos fajones algo apuntados y separadas por arcos formeros soportados por pilares cruciformes. La bóveda de la nave central es de cañón apuntada, las de las naves laterales, de arista, recompuestas con piedra tosca.
Los ábsides se cubren con bóvedas de cuarto de esfera. Exteriormente muestran decoración lombarda en las arcuaciones y lesenas.
El ábside sur tiene una ventana central original de doble derrame y otra lateral de estilo renacentista.
El central muestra tres ventanas de arco de medio punto y doble derrame, y sobre ellas un óculo en la parte superior. A nivel de la cripta tiene otras dos ventanas de medio punto con derrame al interior en la zona central y una similar al sur a mayor altura, fruto de alguna reforma.
El ábside norte fue destruido para transformarlo en sacristía y la obra actual es una reconstrucción de hace unos años.
Hay una cripta bajo el presbiterio, muy elevado respecto a la nave, que queda dividida en tres espacios. El espacio central está dividido en tres naves, separadas por diez columnas en dos hileras; los dieciocho tramos formados se cubren con bóvedas de arista.
En el lugar del altar está el sarcófago de San Ramón (del siglo XII), sostenido por un bloque de ladrillos. Conserva restos de policromía. En la cara frontal tiene representados la Anunciación, la Visitación, el Nacimiento de Jesús y la Adoración de los Reyes Magos.
En un lateral se representa la huida a Egipto y, en el otro, la figura de un obispo (San Ramón) entre dos diáconos.
En la bóveda del ábside hay dos nichos con rejas y urnas barrocas, en las que se guardan las reliquias de San Ramón y San Valero, que hasta 1650 estuvieron en el sarcófago citado y en una arqueta del XII, de la que se robaron los esmaltes en 1979.
Frente al acceso a la cripta está la pila bautismal galllonada.
El espacio norte de la cripta ha sido modificado, pero conserva pinturas de finales del XIII, si bien las dataciones oscilan, según los diversos autores, desde inicios del XII a principios del XIV. Este espacio durante muchos años guardó cerrado por un grueso muro y doble puerta de triple llave la llamada sala del tesoro, que contenía el archivo, depósitos para el aceite de las lámparas y arcones para las pertenencias de los miembros del cabildo.
También alberga la arqueta con esmaltes (robados por Erik el Belga y algunos recuperados) que guarda los restos de San Valero
Preside el fondo del ábside el Pantocrátor con el Tetramorfos, teniendo debajo un calendario con los meses del año con trabajos agrícolas y algunos de los signos zodiacales correspondientes.
A la izquierda, los tres primeros meses aparecen más bien como signos zodiacales: Acuario, Piscis y Aries. La cuarta figura (abril) es una mujer con flores en las manos (la primavera). La quinta (mayo) está muy deteriorada.
Al otro lado de la ventana están los siete meses restantes -es clara la asimetría-. Primero, hay un campesino con la guadaña (junio). A continuación, otro con la hoz (julio). Le sigue otro en la trilla (agosto) enarbolando el mayal (en este caso con finalidades pacíficas). Setiembre es significado por un personaje vendimiando. Octubre por uno que trasega el vino. En la siguiente escena se alimentan los cerdos con las bellotas que el cuidador hace caer de una carrasca (noviembre). En la última escena (diciembre) dos personajes están ante una mesa dispuestos a comer (tal vez algún ágape navideño).
En el intradós del arco presbiterial están pintados motivos vegetales y en el extradós el bautismo de Jesús y San Miguel con el demonio pesando las almas.
El espacio sur, totalmente modificado, pasó muchos años soterrado. Ha sido puesto al descubierto no hace muchos años.
Sobre la cripta está el presbiterio, muy elevado respecto a la nave. El altar está sustentado por cuatro esculturas románicas de ángeles, que antes sostenían el sepulcro de San Ramón.
Preside el ábside un Calvario, en el que las figuras de Cristo y la Virgen (la imagen del Cristo fue quemada en 1936) son recientes. La única original es San Juan (robada en 1979 por Erik el Belga y posteriormente recuperada).
La nave norte se cubre con bóvedas de arista reconstruidas.
Las nave sur es fruto de una suma de modificaciones y reconstrucciones. En ella se halla la Virgen de Estet, que puede ya calificarse como gótica.
Al sur, la torre campanario y el pórtico neoclásico (1728) amparan la portada.
Ésta, de principios del XIII, consta de cinco arquivoltas en gradación que descansan sobre columnas y capiteles historiados. El guardapolvo está decorado con puntas de diamante y las impostas en que descansan las arquivoltas con tijas vegetales y palmas.
En los capiteles están representadas diversas escenas. En los del lado oeste, de izquierda a derecha, según el espectador, primero se ve un hombre genuflexo ante una mujer que señala una hoja. Iglesias lo interpreta como una representación del pecado original, lo que parece excesivamente forzado. Una interpretación alternativa es la de J: R: Ugarte que ve ahí la sibila de Cumas sosteniendo la rama dorada que necesita Eneas para descender a los Infiernos.
A continuación, un arcángel lucha contra un monstruo de múltiples cabezas.
Sigue el sacrificio de Abraham, aunque falten el ángel y el carnero sustitutorio para el sacrificio, no veo dudosa la interpretación.
Después aparece un obispo (¿San Ramón?) entre dos ayudantes.
La psicostasis sería el tema del siguiente capitel, a pesar de que el desgaste no permita asegurar que el objeto entre el ángel y el diablo sea una balanza.
En el último capitel de ese lado se ve una mujer (¿la Virgen?) entre dos varones. Iglesias ve la presentación en el templo, pero el niño no aparece y tampoco Ana, la profetisa. Además las tórtolas (sí es que lo son) las llevaría José y no María.
Al lado este, siguiendo el mismo orden, está primero la huida a Egipto.
En el segundo capitel la lucha entre un caballero y un león.
En el tercero, la Adoración de los Reyes.
En el cuarto, la Visitación en presencia de San José.
Y finalmente, en el último, la Anunciación.
El campanario es de ladrillo, octogonal, dividido en dos cuerpos y rematado por una cúpula piramidal. Aprovecha al este parte de un muro de una torre anterior medieval, reconocible por el aparejo y restos de una lesena angular. En la fachada sur tiene también dos ventanas originales de doble derrame.
El aparejo es rústico, de piedras irregulares, en la obra primitiva, apreciable en algún fragmento de los muros periféricos, en el arranque de algunas bóvedas de arista, en los espacios presbiteriales y en parte de la cripta. Las bóvedas de la nave central y algunos tramos de las naves laterales tienen sillares bien cortados, de época posterior a la obra original.
Al oeste de la iglesia está el coro, cerrado por una verja, obra como la actual cubierta del siglo XVIII. El órgano es de 1653, obra de Martín Peruga, y fue restaurado en 1974.
En un espacio abierto al sur, al oeste de la entrada, se conservan diversos objetos considerados pertenecientes a San Ramón –algunos de ellos recuperados tras el robo de 1979- como la silla, reconstruida a partir de los fragmentos que quedan, la mitra, el sudario, el guante y las sandalias
Al norte de la iglesia, a nivel del presbiterio, está el claustro, accesible desde la iglesia por un portal dovelado de época tardía. Más al oeste hay restos de otra puerta que quizás fue la original.
Alrededor de un patio central con un gran aljibe, tiene cuatro galerías cubiertas con envigado apoyado sobre arcadas de medio punto en diagonal en cada ángulo y sobre un porche.
El porche está formado por arcos de medio punto sobre una hilera de columnas monolíticas que descansan en un podio continuo, en los ángulos hay pilares rectangulares. En los capiteles y en las bases se ven aún los agujeros de los anclajes de las piezas (posiblemente de madera) que cerraban el claustro.
La decoración de los capiteles es sencilla, muchos sólo con volutas o mayoritariamente de temática vegetal.
También están representados algunos animales. En un capitel de la galería sur un asno en una cara y una especie de simio, o ¿perro?, en otra que parece morderle la cola al asno.
En otro capitel de la misma galería se ve un caballo.
Tanto en la cara interna como en la externa de los arcos, así como en las paredes que rodean el claustro hay muchas inscripciones necrológicas medievales.
Sobre los arcos se extiende un friso ajedrezado. Al nordeste del claustro una puerta lo comunica con el exterior.
Las dependencias del ala norte y de la oeste del claustro han sido modificadas para construir un restaurante y las cocinas. Al norte del claustro está el antiguo refectorio transformado en restaurante, cubierto con bóveda apuntada y que conserva en la cabecera, al este, pinturas góticas del siglo XIV inidentificables.
En el ala este se conserva un fragmento de muro en opus spicatum, posiblemente perteneciente a una obra anterior.
También hay una puerta con arco de medio punto sobre capiteles y con molduras en bocel, y la sala capitular, cubierta con envigado y abierta a la galería mediante una serie de arcos sobre columnas.
Adosada a la sala capitular está la capilla de San Agustín con bóveda de cañón, ábside semicircular y una ventana de doble derrame. El fondo del ábside de esta capilla está decorado con pinturas murales, muy mal conservadas, que representan el Pantocrátor rodeado por el Tetramorfos, casi desaparecidos, situados encima de una serie de profetas, apóstoles y santos. Los especialistas consideraban estas pinturas emparentadas con las de San Clemente de Tahull y San Pedro de Burgal, actualmente se adjudican al Maestro de Pedret.
San Vicente de Roda fue consagrada en 956. Destruida, a principios del siglo XI, por Abd-al-Malik, y consagrada de nuevo en 1035. El año 1068 Sancho Ramírez restauró la sede episcopal, que se hallaba en muy mal estado. En 1107 fue consagrada la capilla de San Agustín, que era el oratorio para la enfermería del capítulo, y en 1125 la cripta central. Durante este período se construyó también el claustro y otras dependencias. A principios del siglo XII se desplazó la sede de la diócesis a Barbastro, pero de allí fue expulsado violentamente San Ramón en 1115 y en 1143 se suprimió dicha diócesis. En 1149 se trasladó definitivamente la sede de Roda a Lérida.
Después del traslado de la sede, el capítulo de Roda siguió teniendo amplias posesiones y rentas hasta finales del siglo XVIII en que se convirtió en una simple colegiata, pero aún duró el cabildo hasta la desamortización (1843).
En el Renacimiento se reformaron algunas dependencias y se retocaron algunos elementos del conjunto, pero las grandes reformas se hicieron en el siglo XVIII, después de la ocupación francesa. Se rehicieron las bóvedas y se reformó el tejado, se abrió el gran ojo de buey al fondo de la nave central, que se había alargado para colocar el coro y el órgano, se modificó el campanario, se transformó la fachada sur en estilo neoclásico, se cerró la puerta a los pies, se abrió la capilla de San Sebastián y un nuevo acceso al claustro.
El capítulo catedralicio seguía primero la regla aquisgranesa hasta que en 1092 se transformó en canónica agustiniana.
El año 1864 se trasladó al Archivo Capitular de Lérida lo que quedaba del fondo medieval de Roda. El códice más importante (Códice de Roda) se guarda en la Academia de la Historia en Madrid.
La iglesia fue declarada Monumento Nacional en 1924.
En 1936 desapareció casi por completo el retablo del siglo XVI que presidía el altar mayor, obra de Gabriel de Joli, y fue quemado, como ya se ha mencionado, un gran Cristo de madera
Las estructuras de la catedral fueron limpiadas y consolidadas entre 1960 y 1980 en trabajos dirigidos por el arquitecto Francisco Pons Sorolla y Arnau.
Desaparecieron gran parte de los objetos de su patrimonio en un robo efectuado en diciembre de 1979 por la banda de Erik el Belga. Más tarde se recuperaron algunas piezas, como la talla en madera de San Juan y algunos fragmentos de la silla llamada de San Ramón.
En la iglesia conserva también retablos góticos, que por su tamaño no desaparecieron en el robo.
Otros objetos se hallan en el Museo Diocesano de Lérida: el arca relicario de San Ramón, la casulla y la capa pluvial de San Vicente, la capa pluvial de San Pedro y la capa pluvial para funerales.
Junto a la Catedral se alza el palacio prioral del siglo XVI.
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