San Clemente de la Tobeña
Desde Bellestar hay que coger una pista asfaltada que en 2’5 Km conduce a las casas de Coll de Oliva. Desde allí continúa sin asfaltar y en tres kilómetros más se alcanza la ermita, que está junto a la pista, a la derecha. También se puede llegar desde el castillo de Fantova cogiendo primero la pista que va a Güel, desviando luego a la derecha por una pista en dirección sudoeste que conduce a la antigua casa fortificada de los Tobeña. La ermita queda a cuatrocientos metros al otro lado del barranco. Las coordenadas UTM de la iglesia son 31 T 0288668 y 4681913
De una nave con bóveda de cañón, algo apuntada.
Quedan, adosados al muro norte, restos del murete que separaba el presbiterio, que queda un peldaño más elevado, de la nave.
El ábside es semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera, articulado con la nave mediante un arco de medio punto. En el ábside se abren dos ventanas, una en el centro y otra al sur, aspilleradas con derrame al interior.
El altar estaba formado por un conjunto de piedras, restos del original que se deshizo. Recientemente se ha rehecho.
En el muro sur está la portada de arco de medio punto algo apuntado. Está formada con dovelas de tosca y jambas monolíticas. Han desaparecido los peldaños que accedían a ella.
Sobre el frontis se levanta el campanario de espadaña de un ojo, cuyo arco ha sido reconstruido hace poco. Más abajo hay una ventana aspillerada muy larga.
Hay varios nichos abiertos en los muros laterales: dos cuadrados en el muro sur a la derecha de la puerta, otros dos similares enfrente en el muro norte, uno más pequeño en el muro norte más a occidente y otro rectangular en el muro sur, junto a los pies.
En el interior del arco de acceso al ábside hay otro nicho cuadrado en cada lado.
El interior muestra restos del revocado que lo cubría y restos de pinturas de color rojo y algo en ocre, sobre todo en el intradós del arco triunfal y en los muros laterales. Una doble franja recorre los muros a la altura del arranque de la bóveda. Junto a esta franja hay dibujados jarros y una rosa de seis pétalos en el muro sur. Parece que no se terminó el proyecto pictórico si es que este existió. No pueden fecharse estas pinturas más allá del siglo XIX.
El aparejo es de sillares sin pulir, colocados en hiladas desiguales, unidas por gruesas capas de argamasa y mortero. Algunos sillares son muy alargados. La única alteración de los muros es un rústico zócalo al sur del ábside. La cubierta es de losas.
Es una construcción popular muy parecida a San Gregorio de Fantova, en el aparejo, en las ventanas, en la espadaña y en la portada. La principal diferencia estaría en los apuntamientos de la bóveda y de la portada. Podría fecharse a finales del siglo XII o quizás ya en el siglo XIII.
Citada en 1014.
No hace mucho se ha limpiado, se han tapado grietas, se ha rehecho la espadaña y se ha consolidado el aparejo.
La Tobeña es una casa situada al otro lado del barranco, que conserva un torreón defensivo de época moderna con curiosas troneras.
Esta iglesia no era sólo la capilla de la Tobeña sino que pertenecía también a otras dos casas. Me contó el actual propietario de la Tobeña que no se podía empezar la misa hasta que llegaba la señora de una de las casas citadas.
Bibliografía:
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LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, p. 285.
MARTÍ FORNÉS, Francisco: Graus y su románico. Editorial Pirineo, Huesca, 2020, p. 200-208.