San Juan Evangelista de Besians
Desde el puente sobre el Ésera que conduce a Besians, junto a la báscula, sale una pista que sube al viejo Besians, conocido como la Vila. A los cien metros, hay que dejar sendas pistas a izquierda y derecha y proseguir recto. Recorrido algo más de un kilómetro, se abandona la pista principal que gira a la derecha y se sigue recto por un tramo en mal estado que, en ciento cincuenta metros, finaliza al lado de la iglesia. También se puede subir a la Vila a pie por un antiguo camino que sale al sur del pueblo en unos veinte minutos. Las coordenadas UTM de la iglesia son: 31 T 0281589 y 4684504.
El acceso actual se efectúa subiendo por el lado del campanario hasta una puerta que se abre al sur, entre dos contrafuertes, en un tramo de la nave de época moderna. La puerta exteriormente ha perdido las piedras que la formaban.
La iglesia es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón, sostenida por tres arcos fajones, uno de ellos a la entrada del ábside y otro al inicio, junto a la prolongación de la nave hacia el oeste realizada tardíamente. Excepto este último arco, medio arruinado pues la bóveda del tramo añadido está hundida, los arcos y la propia bóveda están muy deformados por el peso del campanario original y su añadido situados al sur.
Se accede a la cabecera tras un tramo presbiterial muy profundo, cubierto con bóveda de cañón, como ya se ha dicho, muy deformada. Al norte del presbiterio hay una capilla vaciada en el muro, que aún conserva el altar y dos nichos, uno a cada lado.
Al sur hay una capilla cuadrangular, cubierta con bóveda de cañón, que contiene una absidiola abierta en el muro hacia el este con ventana de arco de medio punto y doble derrame; una ventana aspillera al sur con derrame hacia el interior ilumina también esta capilla; tiene un nicho abierto en su muro oeste y diversos agujeros encima, cuya utilidad se hace difícil de imaginar. Sobre esta capilla se levanta el campanario.
El ábside principal, semicircular y cubierto con bóveda de cuarto de esfera, muestra una ventana de doble derrame, adintelada al interior. El ábside se levanta sobre un zócalo biselado. Posiblemente el nivel de la nave y el ábside estaba a la altura de este zócalo, que coincide con la base de la absidiola norte y la capilla sur. El suelo actual corresponde a las obras de restauración realizadas para cubrir la cripta y se ha hundido en parte hacia el sur de la nave.
En el mur sur del ábside hay esculpida en el muro una cruz patada inscrita en un círculo, probablemente de consagración.
En el muro norte hay dos portadas –que en la estructura actual más parecen ventanas- a diferente nivel, una tiene dintel con ménsulas al exterior, la otra es de arco de medio punto también con dintel sobre ménsulas al exterior. De ellas, la situada al nivel de la nave debía dar acceso a las arruinadas dependencias de la abadía, situadas al norte de la iglesia. Actualmente da al vacío, pero hacia la derecha da acceso a la escalera de acceso a la cripta.
La cripta, a la que se accede por la mencionada escalera, está situada bajo el ábside. Una ventana con derrame al interior ilumina la base de la escalera.
La cripta es de una nave con bóveda de cañón (reconstruida) y ábside semicircular, en el cual se abren dos ventanas de medio punto de doble derrame con peldaños tallados en el derrame. En la pared oeste tiene tres nichos cuadrangulares. Sobre los muros se ven restos de cruces pintadas inscritas en círculos.
En la parte alargada de la nave, que conserva el revocado de sus muros, hay una amplia dependencia al norte con la cubierta hundida.
En el frontis hay una ventana rectangular y bajo ella se aprecia, al exterior, un arco de descarga. La ventana iluminaba el coro, totalmente desaparecido.
Al sudeste, sobre la capilla sur, se levanta el campanario de torre, con ventanas de medio punto a este y sur. No es posible saber donde estaba su acceso primitivo, el actual se realiza a través de una escalera exterior que asciende hasta una torre de aparejo más burdo adosada al oeste del campanario. El campanario primitivo es de sillería, excepto en la parte superior donde se ha rehecho al nordeste con cemento. Lo remata un chapitel de losas deteriorado. La torre añadida es de mampostería muy irregular y ladrillos en la parte superior.
La puerta primitiva de la iglesia está al sur. Es de arco de medio punto, dovelada tanto al exterior como al interior. Está actualmente cegada, quedando medio tapada al exterior por la escalera de acceso al campanario, interiormente conserva la bóveda de cañón del acceso. Aún se ven los agujeros de engarce de un pórtico de madera que la debía proteger.
También en el muro sur hay una ventana dovelada de arco de medio punto.
El aparejo, excepto en el tramo de poniente y en la torre añadida al campanario es de sillares bien escodados sin pulir, tanto el interior como el exterior, y ha sido restaurado especialmente en el ábside. La única decoración es una cornisa biselada que marca la finalización del ábside de la cripta, que hace como de zócalo del ábside superior, y la de la capilla de la base del campanario en el lado este. En muchos lugares se observan agujeros de andamiaje. La cubierta es de losas.
La iglesia tenía un altar de 1854 dedicado a los beatos Gregorio y Domingo -los cuales Besians se disputaba con Perarrúa-, que fue quemado en 1936.
Al norte de la iglesia hay una construcción derruida, correspondiente a la abadía, que debió comunicar con la iglesia a través de las puertas del muro norte que ahora no dan a ninguna parte.
Esta iglesia cabe fecharla en la primera mitad del siglo XII.
Hace pocos años, fueron restauradas y limpiadas la nave y la cripta, al tiempo que se eliminaba toda la decoración que la revestía desde el siglo XVI, época de la ampliación occidental de la nave.
El cementerio está a poniente de la iglesia. Se accede a él a través de una reja de hierro, situada al suroeste de la iglesia, y está rodeado por un muro. La inscripción más moderna que se puede ver aún es de 1944. Debió dejarse de utilizar al quedar el lugar deshabitado. Actualmente se han restaurado un par de casas y la vida ha regresado a la Vila, por lo menos a temporadas.
Besians ya aparece citado a principios del siglo X.
Esta iglesia parece haber estado relacionada con el desaparecido monasterio de San Miguel, citado en 1017. Algo al norte, cerca de la pista que va a Caballera, hay una zona conocida como Pllans de San Miguel, en la cual un señor mayor de Besians, nacido en la Vila, me indicó que había restos de una antigua iglesia, de piedras ligadas con cal, lo que diferenciaría estos muros de los de los campos del entorno construidos en piedra seca.
En la zona lo que encontré fueron restos de una muralla que rodeaba un pequeño tozal en cuya cima se veía lo que pudiera ser la base de un torreón cuadrangular.
También apareció entre la maleza una lápida con agujeros, en los que se debió incrustar algo, a la que no acabo de encontrar explicación.
Al limpiar y desbrozar el terreno para plantar olivos se perdió parte del amurallamiento y posiblemente otros restos que pudieron pertenecer al desaparecido monasterio.
Bibliografía:
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GIMÉNEZ BARATECH, Mª Concepción: “La iglesia de San Juan Evangelista de Besiáns” en Argensola, núm. 99, 1985, pp. 5-16.
IGLESIAS COSTA, Manuel: Arte Religioso del Alto Aragón Oriental, Arquitectura Románica, tomo II, Prames, Zaragoza, 2003, pp. 128-131.
MARTÍ FORNÉS, Francisco: Ribagorza. Guía básica de su románico, Editorial Pirineo, Huesca, 2022, pp. 59-70.