San Pedro de la Cuadra (San Julián de Vallseñiu)
En el lugar llamado la Cuadra de San Pedro. Antes era perfectamente visible desde Señiu y desde la carretera, al otro lado del Baliera, debajo del caserío de Erbera.
Sus coordenadas UTM: 31 T 0307370 y 4704436.
Se llegaba a ella por un sendero que descendía desde Ervera, pero la construcción de la nueva carretera la ha dejado a la orilla de ésta, a la derecha, en un campo vallado.
La carretera no sólo modificó el acceso sino que provocó la desaparición de la abadía y demás construcciones. Con la iglesia no se atrevieron, pero ha quedado aislada y hundida en la vegetación de modo que la maleza impide ni siquiera acercarse a ella.
La descripción por consiguiente corresponde a mi anterior visita de 2004.
Iglesia de una nave encabezada por un ábside semicircular. La bóveda de la nave se ha hundido y la del ábside –y un pequeño fragmento de la de la nave- se mantiene gracias a las raíces de un árbol que ha crecido encima.
Quedan a ambos lados los capiteles de los que partía un arco fajón que sostenía la bóveda.
La bóveda en cuarto de esfera del ábside arranca de una imposta biselada.
En el ábside se abre una ventana de medio punto, algo desviada hacia el sur. Por debajo de ella hay un amplio nicho cercano al suelo.
A cada lado se añadió una capilla de planta cuadrangular, cubiertas ambas con bóveda de cañón. La capilla sur conserva el arco de medio punto de entrada formado con estrechas dovelas. Tiene también esta capilla una ventana.
En el muro sur, hacia los pies, se conservan dos peanas que debieron estar destinadas a sostener imágenes.
Al sudeste se construyó una sacristía que comunicaba con el ábside a través de una puerta adintelada, que está tapiada. Queden restos de un tabique que debió cerrar la parte posterior del ábside, quizás para usarlo como sacristía, cuando está debió hundirse y se cerró la puerta de acceso.
En el muro de poniente estaba la portada. No queda rastro de ella, siendo ahora únicamente un agujero en el muro que permite el acceso al interior.
El aparejo es de sillares de diferentes tamaños, ligados con argamasa de cal y arena, entre los que abundan los de gres rojizo del país. En la parte superior son de menor calidad, lo que podría indicar una reforma de las cubiertas, quizás en la época en que se añadieron las capillas laterales. En la bóveda del ábside son más pequeños y de piedra tosca.
Puede fecharse esta iglesia en el siglo XII. Las capillas serían añadidos del siglo XVI y más tarde, quizás ya en el XVIII o XIX se debió construir la sacristía y el coro que los mayores aún recuerdan sobre la entrada. También me han hablado del campanario, que era de torre y situado al noroeste. Es difícil entre las ruinas y la maleza identificarlo.
La mayoría de los sillares se los llevaron para construir la nueva iglesia de Noals, en los años cincuenta del siglo XX.
La pila bautismal fue trasladada por el párroco a Noals, y quizás después a Lérida.
Al sur se conserva el recinto de lo que fue cementerio, siendo visible alguna losa entre la vegetación.
La casa situada unos metros al noroeste era la abadía. El resto de construcciones, pajares y graneros.
Esta iglesia, centro del valle, perteneció al monasterio de Santa María de Alaón. En el siglo XIII, según Iglesias, debió perder la calidad de parroquial de Vallseñiu. De todos modos, debió conservar la categoría de parroquial, por lo menos de Ervera y Benifons, hasta después de la guerra civil.
Bibliografía:
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IGLESIAS COSTA, Manuel: Arte Religioso del Alto Aragón Oriental, Arquitectura Románica, tomo II, Prames, Zaragoza, 2004, p. 174-177.
LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, p. 209.