Castillo de Fals
Aproximadamente un kilómetro antes de llegar a Tolva viniendo de Benabarre, se hallan a la derecha de la carretera unas granjas y un almacén dedicado a la truficultura, hay que entrar hacia ellos y coger un corto tramo de la carretera vieja. Justo pasada la granja, parte en dirección sur una pista en regular estado que baja a cruzar el río Seco y luego asciende. Recorrido poco más de un kilómetro se ve el castillo hacia el este, hay que desviar a la izquierda –si no está cerrada por una cadena- por una pista bien arreglada que baja hasta volver a cruzar el río, desde allí la pista en suave y corto ascenso conduce al mas de Fals, a los pies del castillo. En cinco minutos se sube (o se trepa) hacia arriba por senderos abiertos por el ganado, entre las ruinas. Si hay que ir a pie, desde la cadena hay poco más de un kilómetro hasta el mas. Las coordenadas UTM son 31 T 0298268 y 4663758.
El castillo ocupa la cima de un tozal sobre la confluencia de los ríos Seco y Cagigar. Rodeado de precipicios, es inaccesible por el este y por el sur.
Lo más destacado del conjunto es una torre circular, situada al noroeste del recinto, levantada directamente sobre la roca. Probablemente fue lo primero que se construyó. Debía ser de tres plantas, de las cuales la última está casi desaparecida. La base es maciza, sin aberturas. Los muros de esta parte inferior tienen un grosor superior a dos metros. He leído descripciones del interior, pero lo cierto es que en la actualidad es imposible penetrar en ella sin escalar.
Por encima está el piso principal con la puerta de arco de medio punto abierta al norte.
El piso superior está en muy mal estado con un fragmento totalmente desaparecido al oeste. En este piso se ven restos de ventanas que darían paso a los correspondientes matacanes de madera. Esteban, Galtier y García hablan de siete, los restos actuales impiden constatar tantas. Han desaparecido jambas y dovelas de puertas y ventanas.
Quedan también notables restos de muros del recinto, alargado en dirección este-oeste. Se puede penetrar en él a través de un agujero al este de la torre. El muro norte conserva un tramo muy largo y de notable altura, que exteriormente, hacia la mitad, conserva una semitorre circular.
El muro culmina al este con lo que parece la base de otro torreón, este cuadrangular.
Quedan también fragmentos de muros interiores en dirección norte-sur, y dos fragmentos de la muralla que cerraba por el sur, que no son paralelos al muro norte sino desviados respecto a él para encontrarse en una especie de vértice de triángulo, que es como cerraba el recinto por el sur.
Más abajo, hacia el oeste, quedan fragmentos de muralla, que debieron constituir un recinto más amplio, posiblemente en época más tardía.
El aparejo de la torre es de sillares pequeños colocados en hiladas, unidos con mortero de cal.
El del muro norte es de sillares más grandes y más rústicos, de tipos de piedra distintos que en la zona más antigua dan la sensación de que se quiso jugar combinando colores.
La torre da en algunos lugares la misma sensación. Los restantes fragmentos de muros son mucho más vulgares, si bien en los muros que cierran hacia el sur hay algún tramo de sillares inclinados imitando un “opus spicatum” muy mal conseguido.
La torre circular responde a los modelos usuales del siglo XI, época en que ya se documenta el castillo de Fals. El resto de los muros son posteriores, aunque seguramente todos de época medieval.
Curiosamente la puerta de la torre queda fuera del recinto amurallado, lo que confirmaría la opinión de que es anterior en el tiempo. Algunos opinan que los restos de muros que hay en la falda del tozal hacia el oeste serían el recinto primitivo, dentro del cual estarían también los restos de las casas del antiguo poblado medieval de Fals. En favor de esta opinión estaría el hecho de que la puerta de la torre quedaría dentro, pero la iglesia, que también está en esta zona, es posterior a la torre circular.
Este castillo fue conquistado por Arnau Mir de Tost, quien lo legó a su hija Letgarda y a su nieto Guerau en feudo por el rey de Aragón. En 1322 se integró en el tercer condado de Ribagorza. En 1588 los partidarios del duque de Ribagorza fueron asediados en este castillo por el Miñón de Montellar, durante la guerra civil ribagorzana. Desde entonces prácticamente desapareció la población de Fals, quedando únicamente el llamado mas de Fals, ya abandonado hace años.
Bibliografía:
ARAMENDÍA, José Luís: El Románico en Aragón, vol. I, Cuencas del Noguera Ribagorzana y del Isábena, Librería General S.A., 2001, p. 71-73.
CASTÁN, Adolfo: Torres y Castillos del alto Aragón, Huesca, 2004, p. 462-464.
Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 486-488.
Enciclopedia del Románico en Aragón. Vol. III, Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, 2017, p. 1131-1134.
ESTEBAN LORENTE, J.F., GALTIER MARTÍ, F. y GARCÍA GUATAS, M: El nacimiento del arte románico en Aragón, Zaragoza, 1982, p. 256-258.