Castillo de Pilzán
En la parte más alta de la población. Coordenadas UTM: 31 T 0291953 y 4658620.
El recinto donde se incluyen las ruinas y la iglesia de San Miguel es completamente inaccesible por el este.
Lo más destacado del castillo es, en un ángulo, la torre cilíndrica de tres pisos, derrumbada al norte. La base de la torre es de buenos sillares, colocados en talud, sobre el precipicio.
A distintas alturas se abren dos ventanas cuadrangulares.
Al noroeste de la torre hay un recinto, limitado por fragmentos de muros, que enlazan con la torre.
Hay más restos de muros que limitan un espacio más extenso, en los que pueden observarse dos medias torres, muy reconstruidas, que más parecen haber sido hechas con fines decorativos en época reciente que otra cosa.
Al sudoeste se conservan dos estancias cubiertas con bóveda de cañón, medio enterradas.
El aparejo es de sillares calcáreos, bien escodados, grandes y de color blanco en el talud de la base, en las ventanas y en franjas a diversa altura. El resto es de sillares pequeños alternando con mampostería.
Pilzán fue conquistado en 1058 por Arnau Mir de Tost en la campaña contra el rey moro de Zaragoza, que emprendieron el conde de Barcelona, Ramón Berenguer I, y Armengol III, conde de Urgel. Entre los siglos XI y XIV su posesión osciló entre los condes de Barcelona y los de Urgel. Más tarde formó parte del condado de Ribagorza y tuvo un papel destacado en la guerra civil ribagorzana del siglo XVI. Posiblemente en esta época se rehicieron sus fortificaciones y luego fue mandado destruir por Felipe II.
Tras las múltiples reconstrucciones, resulta difícil fechar el castillo. La parte más antigua parece ser la base de la torre y del muro que la prolonga hacia el norte, que podrían ser del siglo XII o XIII, el resto debe ser época moderna, con restauraciones aún más avanzadas en el tiempo. Considerar que las partes elevadas de la torre puedan ser de origen medieval no parece factible tras la destrucción del castillo por orden de Felipe II.
La instalación en la zona, incluso sobre las diversas construcciones, de antenas televisivas y telefónicas de todo tipo da un aspecto deplorable a los restos conservados.
Bibliografía:
ARAMENDÍA, José Luís: El Románico en Aragón, vol. I, Cuencas del Noguera Ribagorzana y del Isábena, Librería General S.A., 2001, p. 53-54.
CASTÁN, Adolfo: Torres y Castillos del alto Aragón, Huesca, 2004, p. 408-409.
Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 327-328.
Enciclopedia del Románico en Aragón. Vol. III, Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, 2017, p. 1255-1257.