Santa María de la Ribera
En el interior del cementerio de Perarrúa, al cual se llega por una pista de doscientos metros que parte a la izquierda junto a la cruz de término que hay al llegar al pueblo. Sus coordenadas UTM son: 31 T 0281658 y 4682355.
La iglesia es de una nave, alargada hacia occidente, y está cubierta con bóveda de cañón.
Culmina en un ábside semicircular, orientado al este, que se abre directamente a la nave, y está cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Se ilumina mediante una ventana aspillerada con derrame al interior, actualmente tapiada.
La planta es de cruz latina con dos brazos formando crucero, que terminaban en ábside hacia el este.
En el brazo norte, cubierto con bóveda de cañón, paralela a la de la nave, se conserva el ábside semicircular.
El arco de medio punto que comunicaba este brazo con la nave ha sido tapiado, pero se conserva el tramo de acceso decorado con yeserías. El acceso se efectúa actualmente a través de una puerta de rústica factura, situada al oeste, bajando tres peldaños. Todo el espacio sirve como trastero y lo iluminan una ventana aspillerada en el ábside y otra rectangular tardía en el muro occidental.
Del brazo sur desapareció el ábside y se habilitó en su lugar un espacio cuadrangular como capilla-sacristía, conservándose sólo de la estructura primitiva el arco de medio punto de comunicación con la nave, decorado también con yeserías.
La portada de acceso, a poniente, está formada por grandes dovelas y tiene el intradós moldurado. Sobre las dovelas hay un florón esculpido. Protege la entrada un pórtico tardío, de vigas y cañizos, sobre pilastras.
Sobre el pórtico se abre una ventana rectangular. Corona la fachada un campanario de espadaña de un ojo con la correspondiente campana.
El muro sur muestra diferentes reformas. En él se abre una ventana rectangular, junto al ábside.
El interior está cubierto por completo de cal y yeserías del siglo XVIII, que forman impostas con decoración vegetal.
Sobre la entrada se hallaba el coro de madera, que fue desmontado hace poco tiempo. Quedan restos de la escalera que accedía a él y a su lado se conserva una pila de agua bendita, gallonada.
El aparejo es de sillarejo apenas desbastado sobre gruesas capas de argamasa, en la nave y ábsides. La espadaña, el pórtico, la sacristía y los tramos reformados, especialmente del muro sur, son de mampostería.
Las cubiertas de los ábsides y del tramo oriental de la nave son de losas; las del pórtico, sacristía y tramo occidental de la nave, de tejas.
El recinto del cementerio rodea por completo la iglesia.
La estructura en planta de cruz latina es curiosa en una iglesia de esta comarca. La rusticidad del aparejo y las formas de esta iglesia no creo que sean sinónimo de su antigüedad, más bien son testimonio de una construcción popular de ya bien entrado el siglo XII, en los ábsides y parte de la nave cercana a ellos. Todo el resto sería muy posterior. Quienes la sitúan en el siglo X parecen olvidar algo tan simple como que en esa época toda esta zona -y más el llano- estaba en poder de los musulmanes.
Como parroquia desapareció tras aglutinarse a la nueva parroquia de San Martín (1637). En los alrededores quedan restos del poblado medieval.
Bibliografía:
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LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, p. 388.
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