San Saturnino de Aguascaldas
Al este de Aguascaldas, en un cerro. Recorridos algo menos de cuatro kilómetros y medio desde Campo por la nueva carretera que va hacia el Isábena por el sur del Turbón, parte una pista de nueva construcción a la izquierda, que en cuatrocientos metros llega a un campo. Hay que bordearlo por la izquierda y subir unos metros a la cima del cerro donde está la ermita. Sus coordenadas UTM son: 31 T 0290053 y 4697610.
Ermita de una nave encabezada por un ábside semicircular, que permanece en pie junto con la parte inferior de los muros laterales.
El ábside se levanta sobre un zócalo y está decorado con arcuaciones y lesenas, realizadas las arcuaciones mayoritariamente en tosca, así como la parte superior de las lesenas. El encaje con el muro sur se ha hundido recientemente, desapareciendo la lesena angular y parte de una arcuación. En el centro se abre una ventana de medio punto, dovelada y de doble derrame.
La nave se cubría con bóveda de cañón, cuyo arranque es perfectamente visible en la zona del muro norte que está junto a la cabecera.
La puerta, situada en el muro sur, era de medio punto y durante muchos años la maleza la hacía inaccesible. Actualmente los derrumbes habidos en el muro sur han hecho desaparecer lo que quedaba de la puerta y permiten el acceso al interior de la nave si se eliminan las zarzas, que poco a poco vuelven a apoderarse de todo.
El interior está lleno de derribos y zarzas. La estructura primitiva fue muy modificada pues se usó esta ermita como redil. La ermita fue alargada hacia los pies. La zona más cercana a la cabecera debió cerrarse y usarse como cabaña: el humo de las hogueras ennegrece el interior del ábside.
El aparejo es de sillares bien escodados sin pulimentar colocados en hiladas. La parte alargada hacia los pies es de mampostería y en la parte superior de los muros laterales también hay algún tramo de mampuesto que debe corresponder a un sobrealzamiento de la nave, cuando se decidió usar el edificio como corral, para colocar la cubierta de madera que sustituyó la bóveda primitiva, que ya debía llevar tiempo hundida. En las fotografías es perfectamente apreciable el cambio de aparejo.
La cubierta del ábside es de losas, probablemente no es la original, que debió hundirse, ya que no hay alero sobre las arcuaciones.
No hay demasiadas dudas en fechar esta iglesia en el siglo XI, en la plenitud del románico lombardo, contemporánea de otras similares y cercanas como San Saturnino de Biescas y San Saturnino del Solano, curiosamente con la misma advocación.
El cerro que ocupa la ermita tiene una gran visibilidad y hace pensar en la posible existencia de alguna fortificación pues hay restos de muros al sur, al este y al norte del montículo. Al oeste no harían falta pues el desnivel sobre el barranco es suficiente defensa.
Bibliografía:
ARAMENDÍA, José Luís: El Románico en Aragón, vol. II, Cuencas del Ésera y Cinca, Librería General S.A., 2001, p. 104-105.
Catalunya Romànica, vol. XVI, la Ribagorça, Barcelona, 1996, p. 558.
Enciclopedia del Románico en Aragón. Vol. III, Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, 2017, p. 931-932.
IGLESIAS COSTA, Manuel: Arte Religioso del Alto Aragón Oriental, Arquitectura Románica, tomo I, Prames, Zaragoza, 2003, p. 92-93.
LAGLERA BAILO, Cristian: Inventario de las ermitas de Huesca, tomo 2, Ribagorza, p. 37.